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Funcionamiento “Borderline” y Drogodependencias

Jornadas con Luigi Cancrini / Supervisión artículo: Josep Checa

Los días 3 y 4 de Febrero se celebraron, respectivamente, en las poblaciones de Olesa de Montserrat y de Igualada (Barcelona. España) unas primeras Jornadas entorno al trabajo comunitario y a la supervisión clínica de casos clínicos, los cuales presentaban un funcionamiento límite de la personalidad. Contaron con el protagonismo del profesor Luigi Cancrini y pudieron realizarse en dos contextos distintos gracias al esfuerzo de colaboración entre distintas instituciones: el Centro de Atención a las Drogodependencias del Baix llobregat Nord, el Centro de Salud Mental de l’Anoia, la Escuela de Terapia Familiar del Hospital de Sant Pau  y la Fundació Dr. Robert (UAB). Fueron coordinadas por el Dr. Josep Checa Soler.


Asistieron a estas jornadas profesionales de distintos servicios comunitarios de las dos zonas geográficas citadas (Baix Llobregat Nord y Anoia), con representación de los campos de la salud en general, de la salud mental infantil, juvenil y de adultos, de los servicios sociales, de los servicios de justicia y de los psico-pedagógicos.

Antes de pasar a la supervisión de los casos, el profesor Cancrini, comenzó las jornadas recordándonos algunos de los conceptos clave de los pacientes Borderline.

 

Nos recordó que hablamos con demasiada generalidad sobre los pacientes diciendo: “Este paciente es borderline”.  Sin embargo la investigación demuestra que el “borderline” no es un componente identitario, sino que se trata de un funcionamiento que tiene lugar en una parte de la vida.

Los resultados de los estudios compartidos por el profesor Cancrini confieren optimismo. De acuerdo a estos estudios, se produce una mejora “casi natural” del funcionamiento borderline a lo largo de la vida. El siguiente cuadro nos muestra los índices de recuperación de pacientes con funcionamiento “borderline”:

(ver PDF. cuadro 1)

Los pacientes Borderline acostumbran a mostrar conductas peligrosas:

  • Drogodependencias.
  • Conductas impulsivas.
  • Autolesiones.
  • Suicidio.
  • Conductas sexuales de riesgo.

De acuerdo al Profesor Cancrini, los profesionales de la salud que “miran” a estos pacientes necesitan paciencia.

La mejora del funcionamiento “Borderline” es progresiva, casi natural en todos los casos, excepto en la drogodependencia.

La drogodependencia actúa como un escudo. El uso de la substancia no permite a la persona pensar y no la deja entrar en crisis. El uso de la droga mantiene la dificultad en que está inmerso el Borderline, afirma el profesor.

Será frecuente, continúa el profesor Cancrini, encontrarnos con una infancia infeliz en los casos de funcionamiento Borderline.

Los trastornos de personalidad serían el resultado de infancias con características particulares y donde los niños no han podido vivir una infancia normal. Se trata de niños que han sido heridos por circunstancias vitales y, la mayoría de las veces, por circunstancias familiares.

(Ver PDF. tabla 3.1)

“Para el profesional de la salud mental será interesante conocer al niño que habla con vosotros”, dice el profesor Cancrini.

Por ejemplo en la infancia del Narcisista, habla el niño maravilloso que ha sido admirado por todos y que, cuando existían fallos, se producía un alejamiento. Esta falta de empatía se manifestará también más tarde en el adulto.

Otras veces la infancia se ha vivido sin sobresaltos, pero con una falta la comunicación directa de afectividad que más tarde provocará ausencia de empatía en el adulto.

El profesor Cancrini prosigue: “En la mente del Borderline sólo existen buenos y malos. Esta percepción es muy interesante porque todos vivimos en algún momento esta experiencia. Por ejemplo, en el fútbol el Barcelona son los buenos y el Madrid son los malos. Esta distinción entre buenos y malos también ocurre en la política, entre víctimas y perseguidores”.

Ahora bien, continúa el profesor: “lo que podemos decir es que en el Borderline la percepción de buenos y malos es mayor que en la percepción de otra persona sin funcionamiento Borderline. De cualquier forma, en cierto momento, todos podemos funcionar como Borderline. La diferencia sólo es cuantitativa. En algún momento cualquiera de nosotros nos hemos comportado como Borderline. En un funcionamiento Borderline, la relación entre víctima y perseguidor está interiorizada.”

(ver PDF. tabla 3.3.)

Continúa el profesor Cancrini: “Para el funcionamiento ‘Borderline’ no existen experiencias intermedias:

Me ama –> “es mío”

No me ama –> “me ha abandonado”

Una constante del Borderline es la inconstancia en las relaciones afectivas, afirma el profesor Cancrini.

Además, prosigue, en el Borderline se percibe la transmisión intergeneracional. No hay un cromosoma para el Borderline, sin embargo, existen conductas que tienden a repetirse de una generación a la siguiente. Esta observación abre camino a la prevención. Si el niño o la madre se curan ya no habrá esta transmisión del funcionamiento Borderline.

Por ello, continúa el profesor Cancrini, los terapeutas realizamos una labor de prevención cuando tratamos funcionamientos Borderline ya que estamos interrumpiendo una cadena de formación de este problema.

En el caso de los drogodependientes muchos tendrán funcionamiento Borderline, pero también Narcisistas y Antisociales. Lo importante para el terapeuta será conocer al niño. Por ejemplo: El niño Antisocial, al que nadie ha enseñado reglas de conducta, no está abandonado, está descuidado. No se le da la atención, no se le ve. El dolor que tiene dentro es no ser reconocido por las figuras de referencia.

Cuando un Antisocial entra en una situación sin reglas, para él se trata de una confirmación de que no vale nada.

En las situaciones terapéuticas deberemos introducir los elementos que se explican en la siguiente tabla:

(Ver PDF. tabla 3.5.)

Caso práctico

Las terapeutas nos explican el caso de un ex-presidiario en sus veintitantos que al salir de prisión se encuentra inmerso las dinámicas de los servicios sociales, CAS, servicios para el ex-presidiario, servicios de voluntariado e institución penitenciaria. Un sacerdote lo acoge temporalmente en una casa para ex-presidiarios y lo ayuda en algunas de sus inquietudes personales.

Sin embargo el joven al salir de la casa entra en las redes de pequeñas bandas asociadas al consumo y al terminarse la ayuda social como ex-presidiario, pide más ayudas a los servicios sociales.

Cuando se le pregunta por su familia, se presenta como persona sola. La madre podría estar en el extranjero y el padre no lo habría conocido. Lo han criado sus abuelos y al morir éstos se quedó solo en las calles.

Desde muy joven ha tenido detenciones, peleas, agresiones, venta de drogas, además de ingresos penitenciarios y psiquiátricos.

Los profesionales preguntan ahora ¿Es posible la rehabilitación de un chico como éste?

Supervisión

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El profesor Cancrini comienza la devolución definiendo al usuario como un chico que cae bien, seductor y manipulador aunque últimamente se ha mostrado muy agresivo y amenazador. “Este parece ser el caso perfecto de un trastorno antisocial de la personalidad”, comenta el profesor Cancrini y continúa:

“Resulta interesante de este caso que:

  • Cuando se ha sentido reconocido ha estado más calmado.
  • Cuando ha estado en la cárcel o en el hospital ha estado bien.

La situación terapéutica (reglas fuertes) la encontraría en la cárcel donde podría tener el espacio adecuado para hablar de su historia. En la institución él puede reflexionar y reconstruir su propia historia. Sin historia no se puede vivir. Fuera de la institución se siente solo. Una soledad dura, siente rechazo de todos contra él. Siente una rabia infinita”.

Para el profesor Cancrini resultaría interesante saber qué ha ocurrido antes de que  el joven pasara al cuidado de los abuelos, y para hablar de esto resultará difícil en una situación en la cual él no está contenido.

En opinión del profesor Cancrini, las instituciones pueden ser muy buenas si facilitan realizar un trabajo terapéutico con los usuarios.

“Podemos mirar a este joven como una persona con mundo interior cerrado, con corazas que se pueden abrir lentamente a través de un trabajo terapéutico pero sólo en contextos donde se sienten protegidos”, prosigue Cancrini, “las instituciones deberían entender que contener es para producir un cambio”.

El error que se comente con este joven es tratar de ayudarle haciendo cosas que se suponen buenas para él, como por ejemplo, ponerse a buscar a la madre del chico. En este caso no es bueno. No va a agradecer lo que intentas hacer por él, va a reaccionar con rechazo.

De acuerdo al profesor Cancrini, “Lo interesante sería hacer con él estos intentos, si él lo pide, mientras que si otra persona lo hace por él no tiene sentido. Es interesante que el joven experimente la excitación de buscarla, la rabia de no encontrarla, continuar su búsqueda, etc.”

Con este usuario no se van a conseguir avances a través de hacer cosas por él voluntariamente. En palabras del profesor Cancrini: “Será difícil llenar con voluntariado el gran vacío que siente dentro”.

Por otro lado, también resulta interesante para el profesor Cancrini recordar que el joven usuario fue capaz de entablar relaciones en la cárcel, mientras que fuera de ella no ha podido.

A este chico se le puede decir, en palabras del profesor Cancrini:

“Tienes muchos problemas. No hay quien pueda ayudarte. Sólo tú puedes ayudarte. Hacerte dueño de tu propia historia. Hacerte dueño de tu dirección. Si quieres hacer este trabajo yo estoy aquí”.

Tal y como nos dice el profesor Cancrini: “La primera vez que se lo ofrezcas seguro que lo rechazará, pero la segunda vez puede que acepte. Lo interesante será construir una relación domesticando esta agresividad que está dentro de él. Un error en este caso tratar de ayudarlo fuera de la cárcel haciendo cosas buenas para él.”

Conclusión: “Si no te haces dueño de tu pasado no puedes hacerte dueño de tu futuro”.

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Recomendaciones prácticas

para los terapeutas

Algunas recomendaciones específicas del profesor Cancrini:

  • Trabajar con los recursos positivos del paciente. Trabajar con lo “verde” y no con lo “rojo”.
  • Lanzar imágenes constructivas.
  • Evitar posturas defensivas. Por ejemplo: exponer todas las dificultades que tiene un caso para así tener una justificación en caso de no obtener resultados.
  • Evitar sobreproteger al paciente. Estaríamos enviando el mensaje de desvalorización del protegido.

Para el profesor Cancrini, lo interesante en un trabajo de terapia será:

  1. Reconstruir experiencias infantiles.
  2. Explorar relaciones interiorizadas.
  3. Ayudar a percibir estas relaciones interiorizadas como vivencias con origen en las experiencias infantiles.

Cuando la persona hace este trabajo, gana un poco más de libertad interior. Lo que le ofrece la terapia es la oportunidad de controlar. Este reconocer y poder controlar ya existe desde Freud. Ahora bien, este reconocer ha de ser cálido y protagonizado por el paciente. Las relaciones las debe hacer el paciente, ¡no el terapeuta!. Todo el trabajo está aquí”.

Conclusión Jornadas

Sr. Salvador Prat. Alcalde de Olesa de Montserrat (Barcelona): Hizo hincapié en el trabajo que necesita hacerse, todavía, alrededor del alcoholismo, la sustancia de abuso más socialmente aceptada. También aludió a la importancia del trabajo comunitario y en red.

Dr. Joan Colom. Subdirector Drogodependencias. Departament de Salut. Generalitat de Catalunya: Recordó la primera preocupación, en los años 80, sobre las drogas legales. En el 2011 las drogas no ocupan un lugar en la preocupación de los ciudadanos. El problema de las drogas se ha vuelto un problema invisible actualmente. Droga camuflada (i.e.: la cocaína) da una sensación de seguridad y hace pensar. El reto está en el alcoholismo. El segundo reto: integrar la atención psiquiátrica con la atención a las drogas; “las drogas como fenómeno dinámico y cambiante”.

Dr. Josep Checa: Señaló que en uno de los casos supervisados estaban implicados al menos 5 profesionales diferentes, de instituciones diversas, enfatizando que el espacio de supervisión había ofrecido la posibilidad de poner en común las dudas e inquietudes que estos profesionales sufrían por separado. Se había llegando a un consenso y a una comprensión global de la situación estudiada, que iba a facilitar el servicio que recibirá el usuario desde las posiciones institucionales que cada profesional tiene con respecto a éste. Pidió a las instituciones el apoyo para potenciar los espacios de supervisión, con el fin de poner en común las inquietudes profesionales y mejorar el servicio que reciben los usuarios.


Jornadas en Olesa de Montserrat, Barcelona.
Funcionamiento Borderline y Drogodependencias
Supervisión de casos: Luigi Cancrini

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