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La Formación a Través de las Preguntas

Autora: Lía Mastropaolo

En el artículo presento mi experiencia como docente desde 1984 hasta hoy, en formando a estudiantes en el “Enfoque de Milán” en diferentes contextos: terapia, mediación, asesoramiento y coaching.

Más allá de las diferencias del contexto, hago hincapié en la tendencia orientada a cambiar la mentalidad de los estudiantes. Evito una enseñanza de tipo instructivo, no digo: “haz esto y lo otro”, no doy respuestas o soluciones o esquemas pre-confeccionados, sino que utilizo el arte de la “maieutica” para favorecer e introducir un modo de pensar circular en el proceso de formación. El artículo, el libro leído se convierte en un estímulo a conectar conceptos y a contestar en un modo no lineal, una oportunidad para aprender a desentrañar el mundo de la complejidad. El razonamiento de los estudiantes en el grupo, utilizando hipótesis sistémicas y demandas circulares, les ayuda a estimular el pensamiento autónomo que incluye la complejidad y amplía el contexto.

Así, en el trabajo como en la familia, el estudiante utiliza su propio prejuicio para encontrar respuestas originales, de acuerdo al binomio: “observar / observarse”. El objetivo consiste en alcanzar una nueva consciencia basada en su experiencia del “ser” en la relación.

Por tanto enfoco mi intervención hacia “cómo enseñar” y no hacia “lo que enseño”. Una vez más es EL COMO: cómo observamos, cómo hacemos, cómo formamos, que redefine en un circuito autoreflexivo el modelo teórico y lo hace más estructurado y específico.

Se trata de un trabajo de muchos años en el que me he comprometido en la formación de los estudiantes en las diversas escuelas de terapia, mediación, asesoramiento y coaching en Italia y en España. De esta experiencia de campo nació una re-elaboración del modelo formativo del “Enfoque de Milán” cuyas características son:

Capacitar en el uso de una metodología que tiende a provocar un cambio en las premisas  del alumno, su forma de pensar, de ser, de leer la situación, superando las dicotomías de un pensamiento lineal (razón – equivocado, bien – mal, culpable – no culpable) para pasar a una lectura circular de la relación. De esta manera, el estudiante, en general, entra en una discusión de su propio esquema habitual y lineal de la lectura de la realidad y pasa a una visión causal lineal a una óptica compleja circular.

Por lo tanto en la fase inicial de la formación, no enseño la técnica ni el esquema de intervención o las etapas de la trayectoria estándar orientadas a lo que hay que hacer, sino que busco favorecer en el estudiante una forma de pensamiento autónomo que derive, de una manera natural, en la introducción de la complejidad y la amplitud del contexto.

Se trata de un cambio epistemológico que necesita un tiempo individual y colectivo, porque no sólo toca la identidad del terapeuta sino también la identidad de la persona.

(Sintetizo en un esquema, lo que he escrito sobre el tema de la formación y qué incluye)

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“ENSEÑAR A PENSAR DE UN MODO SISTEMICO PARA ACTUAR DE MANERA SISTEMICA”

PENSAR SISTEMICO:

ACTUAR EN MODO SISTEMICO:

  • DECONSTRUIRSE PARA CONSTRUIRSE: el aprendizaje, el cambio, pasa por la crisis.
  • OBSERVAR / OBSERVARSE
  • PARTICIPACION ACTIVA DEL ESTUDIANTE: el que hace hipótesis, demandas circulares, el que da su propio punto de vista confrontándose al terapeuta, al grupo, que experimenta con la familia.
  • RELACION DOCENTE – ESTUDIANTE – GRUPO

OBJETIVOS DE LA FORMACION Y HABILIDADES:

  • Visión positiva y contextualizada, sin culpabilidad de la patología y del conflicto.
  • Capacidad de mantener la atención sobre el proceso de la relación en vez de sobre el contenido.
  • Capacidad de mantener activa en el interlocutor la posibilidad de auto-observarse a través de una adecuada gestión de la conversación.
  • Capacidad de mantener activa la observación de uno mismo para poder “arreglar” el proceso relacional.

CONCIENCIA DE UNO MISMO

  • Prejuicios.
  • Dinámica de grupo.
  • Autoevaluación.

INSTRUMENTO DIDACTICO

La formación se basa en una metodología activa que utiliza:

  • Visionar, detrás del espejo, la familia en terapia que llevé a cabo, con discusión en grupo de la hipótesis y de la intervención
  • Visionando grabaciones de video
  • Viendo grabaciones temáticas
  • Viendo películas
  • Simulaciones
  • Esculturas
  • Genograma
  • Autoevaluación al final del año del aprendizaje individual y en grupo

Conclusión

La formación no es enseñar una técnica, sino provocar un cambio en las premisas originales del estudiante, en su modo de pensar, de ser, de leer la situación. Esta premisa define al terapeuta como alguien que tiene un substrato cultural, una epistemología de referencia que le permite trabajar con la familia revelando un proceso de cambio que emerge en ellos mismos y en el discurso que realizan. Se trata, por tanto, de alimentar de forma prioritaria el modo de pensar, de ser, permitiendo que la técnica salga a la superficie como una consecuencia.

La presuposición fundamental es el respeto por la responsabilidad de los demás sobre sus propias vidas, es trabajar con los recursos personales, sus capacidades y su singularidad. Es tener presente la cultura, el contexto diferente, los orígenes, las construcciones y los modos sociales. Es obtener que las personas involucradas aumenten el número de alternativas de elección (V. Foerster) recuperando la propia capacidad, en el vivir la parentalidad, en la relación terapeuta familia, y en la relación docente-estudiante.


Lía Mastropaolo. 
Directora de la Scuola Genovese di Mediazione.
Co-directora del Centro Genovese di Terapia della Famiglia.
info@scuolagenovese.org 

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