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La construccion de la personalidad en la infancia y adolescencia, contextualizada por la familia de origen y otros sistemas de pertenencia

Conferencia: Juan Luis Linares

Durante un tiempo la teoría de la personalidad fue un tema tabú en el pensamiento sistémico. En esta ponencia el Dr. Linares desafía la historia del pensamiento sistémico ofreciendo una definición de la personalidad desde una base sistémica relacional:

  • Una dimensión individual de la experiencia relacional acumulada, 
  • en diálogo entre pasado y presente, 
  • doblemente contextualizada por un marco cultural y un substrato biológico.

Como humanos podemos redefinir el pasado del presente y ello nos permite permanecer en el presente de un modo saludable como seres históricos. Cada vez que descubrimos un nuevo matiz en algo que nos ocurre en la vida, estamos redefiniendo el pasado desde el presente.

La personalidad, prosigue el Dr. Linares, se construye a través de la narrativa mediante atribución de significados a la experiencia relacional. Desde que empieza a haber narrativa también empieza a seleccionarse parte de la narrativa como definición del sujeto, lo cual podemos llamar identidad. El sujeto se reconoce como sí mismo en esta narración.

Así llegamos a dos tipos de narrativa, una no identitaria y otra identitaria. Mientras más rica, abundante y variada sea esta primera, mejor será para la madurez y salud mental del sujeto. Por otro lado, la narrativa identitaria (o identidad) deberá ser sólida pero limitada, sirviendo de anclaje al conjunto de la personalidad.

Funcionará mejor una persona con una narración no identitaria amplia y con una reducida narración identitaria, que una persona con una narración identitaria amplia o hipertrofiada.

La personalidad individual se construye en relación con los sistemas de pertenencia y sobre todo con la familia de origen. No podemos entender una personalidad individual sin entender los sistemas de pertenencia donde se ha construido.

Para entender estos sistemas nos fijaremos en la organización y la mitología de estos sistemas. Por organización entendemos la continuidad evolutiva a lo largo de las etapas del ciclo vital de las estructuras propias del sistema. Algunas de sus propiedades serán conceptos estructurales:

  • Cohesión.
  • Adaptabilidad.
  • Jerarquía.

La mitología en el sistema estaría más relacionada con la comunicación, es decir, el espacio consensuado de convergencia de las narrativas individuales de sus miembros. O, lo que es lo mismo, el espacio consensuado común desde el que divergen las narrativas individuales.

Algunos de sus componentes son:

  • Clima emocional
  • Valores y creencias
  • Rituales

En las familias de origen los mitos suelen ser a veces muy sencillos, María es inteligente, vivaz, un poco egoísta pero eficaz, Pepe es generoso, un poco atolondrado, se puede contar con el pero a veces es patoso. Ya tenemos dos mitos que seguramente son consensuados por María y por Pepe, aún a pesar de ellos.

Otro concepto dentro de la complejidad de la personalidad será la nutrición relacional, como el motor que activa la construcción de la personalidad: la vivencia de ser complejamente amado. Lo importante no es que amen sino que yo me sienta amado, afirma el Dr. Linares. El amor no es un fenómeno simplemente emocional. Es importante sentirse amado, pero también importante pensarse amado y recibir conductas como un ser amado, es decir, en las tres dimensiones: emocional, cognitivo y pragmático.

Será bastante importante para la construcción de nuestra personalidad la atmosfera reacional en nuestra familia de origen, y esa atmósfera relacional cómo se lleven entre sí las figuras parentales y cómo ejerzan las funciones parentales. Suelen ser los padres pero a falta de una familia serán los educadores de la institución.

La combinación de la parentalidad y la conyugalidad nos ofrece cuatro grandes espacios:

  • Funcionalidad.
  • Deprivaciones.
  • Caotizaciones.
  • Triangulaciones.

No podemos pensar que  la conyugalidad se disuelve con el divorcio sino que van a continuar relacionándose colaborando en la gestión de los hijos, se convierte en post-conyugalidad. Si lo hacen bien, será una post-conyugalidad armoniosa o por el contrario será un post-conyugalidad disarmónica.

En este gráfico faltaría una tercera dimensión temporal que nos recuerde que las familias cambian con el tiempo. Una familia puede atravesar una etapa de conyugalidad armoniosa con una parentalidad deteriorada que luego puede cambiar y que estará en el histórico de la familia.

Podemos hablar de tres dimensiones disfuncionales que influirán directamente en el desarrollo de la personalidad del hijo.

Triangulaciones:

Un niño triangulado es un niño exitosamente invitado a los juegos relacionales disfuncionales de los padres. Pasa a integrarse en la resolución de conflictos de los padres.

Antagonismos, alianzas, coaliciones que pueden dar lugar a muchas modalidades de triangulación, pero las dos que utiliza el Dr. Linares serán:

Triangulación manipulatoria:

El niño recibe mensajes; “yo te doy más” “vente conmigo” y “si no lo haces te vas a enterar lo que vale un peine”. El niño vivirá así un conflicto de lealtades que van a configurar la identidad del niño hacia la ansiedad. Así facilitan el desarrollo de fenómenos de tipo neurótico-ansiosa.

Triangulación desconfirmadora:

Si el niño recibe propuestas de alianzas que son negadas, la ambigüedad, el sí pero no, íntimamente relacionadas con el doble vínculo. Esta confusión profunda sienta la base para el desarrollo de dinámicas psicóticas.

Ahora bien, continúa el Dr. Linares, esta forma de explicar los trastornos es una manera reduccionista de explicar procesos muy complejos.

Deprivaciones:

Bajo el signo de las deprivaciones el panorama relacionacional con unos padres bien avenidos pero que fracasan en sus funciones parentales. Padres que por diversas circunstancias no está el cuidado o la atención a los hijos. Este signo no es tan claro como el de las triangulaciones.

En este punto el Dr. Linares habla de una publicación con su colega Carmen Campo, “Tras la honorable fachada” donde se explica la depresión mayor desde una base relacional. Cuando los hijos crecen, recibiendo de los padres descalificaciones en forma de altísima exigencia y escasa valoración, tienen las bases para desarrollar síntomas y trastornos depresivos.

Ahora bien, si este clima relacional con los padres se basa en el rechazo o la hiperprotección será muy probable que se torne hacia trastornos de borderline. La hiperprotección no es protección, es pseudo-protección que corresponde más a las necesidades de los padres que a las necesidades reales del niño.

Aparte de una carencia relacional el niño se encontrará también con una dificultad en las relaciones con los demás.

Caotizaciones

Donde más carencias hay, más recursos compensatorios se generan, afirma el Dr. Linares. Así estas familias más carenciadas pueden desarrollar más recursos significativos. Ahora bien, estos recursos seguirán operando en la organización caótica. Así brotan fenómenos sociopáticos, las familias multiproblemáticas.

Los propósitos relacionales no se acaban en la familia de origen. Hay también otros sistemas de pertenencia también importantes en la construcción de la personalidad como la escuela o el grupo de pares.

Si esquematizamos en Triangulaciones, Deprivaciones y Caotizaciones el bagage que el niño ha adquirido en la familia de origen, éste tenderá a desarrollar nuevas situaciones disfuncionales en otros sistemas de pertenencia.

El niño llega a otro sistema donde también se encuentra triangulaciones, deprivaciones y caotizaciones de forma imprevisible. Si se encuentra con una escuela triangulada y trianguladora y provenga de una familia trianguladora, y confirme lo que conoce y consolide los rasgos de personalidad que ya ha adquirido, pero también puede ocurrir lo contrario que reaccione que combata sus reacciones previamente adquiridas.

Lo mismo podríamos decir de las deprivaciones y las caotizaciones. También puede ser que la escuela provoque caotizaciones y el niño lo enfrente desde su triangulación con lo que se darán nuevas conductas con grandes dosis de imprevisibilidad. Lo mismo podríamos decir del grupo de pares.

El Dr. Linares finaliza su exposición en la confianza de que esta exploración de las bases relacionales de los rasgos psicopatólogicos y la construcción de la personalidad haya provocado ciertas luces y ciertas dudas, que sienten la base del conocimiento.

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